La antigua casa de madera, que data de 1863, está llena de viejos electrodomésticos y herramientas que Kawulok utilizaba en su taller. Refleja con autenticidad las condiciones en que vivían los habitantes de Istebna en la segunda mitad del siglo XIX. En su día perteneció a Jan Kawulok, destacado folclorista, intérprete de instrumentos folclóricos y músico, galardonado con el Premio Oskar Kolberg. La casa era el lugar donde vivía y trabajaba, y aquí decidió crear una cámara regional, una casa-museo que le permitiera "detener el tiempo". Aunque Jan Kawulok murió en 1976, su Kurna Chata sigue viva con historias de antaño y música de las tierras altas. Antes gracias a su hija Zuzanna, hoy, gracias al joven custodio Janusz Macoszek, podemos visitar el lugar y escuchar cuentos, tocar instrumentos pastoriles y participar en talleres organizados para grupos.
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