Castillo de Malbork - la mayor fortaleza teutónica de Polonia: Historia y atracciones
13.03.2025
1041
El texto puede haber sido traducido automáticamente y contener errores.
Esta fortaleza monumental con una rica historia es un monumento invaluable del patrimonio cultural de importancia mundial. Sus valores arquitectónicos únicos fueron apreciados en 1997, cuando el castillo fue incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, otorgándole una protección especial.

Testimonio del poder de la Orden Teutónica
La historia de este extraordinario lugar se remonta a finales de los siglos XIII y XIV. En 1309, el castillo, que fue ampliado intensamente, se convirtió en la capital de uno de los estados más poderosos de la costa sur del Báltico: la Orden Teutónica. Esta ampliación que duró cuarenta años transformó la casa conventual en un Castillo Alto fuertemente fortificado, rodeado de fosos y murallas defensivas. Su interior contenía estancias representativas, como la Iglesia de la Santísima Virgen María y la capilla de San Pedro. Anna, el lugar de enterramiento de grandes maestros.
El pabellón exterior también se amplió, convirtiéndose en un espacioso castillo medio, disponible para los caballeros de Europa occidental. Hubo, entre otros, Gran Refectorio, Enfermería y Palacio de los Grandes Maestres. En los siglos XIV y XV se construyó el Castillo Bajo, llamado Castillo de Salto, con un Karwan, un granero y dependencias.

Una perla de la arquitectura medieval y testigo de una historia turbulenta
En 1457, durante la Guerra de los Trece Años, el castillo fue tomado por tropas polacas y quedó bajo jurisdicción polaca. Durante los siglos siguientes, sirvió a los reyes polacos y se convirtió en un importante centro económico y militar de la Commonwealth polaco-lituana. Sin embargo, con el tiempo, el castillo empezó a caer en el abandono y su mantenimiento se hizo cada vez más caro.
En el siglo XVII, algunas salas del Palacio de los Grandes Maestres se convirtieron en apartamentos reales. Las guerras suecas no causaron grandes pérdidas, pero en 1644 un incendio destruyó los tejados del Castillo Alto. Las renovaciones posteriores se llevaron a cabo con retrasos, lo que provocó el colapso de las bóvedas en 1675. Sólo a mediados del siglo XVIII el castillo recuperó su antiguo esplendor.
En 1772 Malbork fue ocupada por tropas prusianas, que instalaron cuarteles y almacenes militares en el castillo. Comenzaron las obras de demolición, pero afortunadamente fueron detenidas en 1804 gracias a las protestas de los amantes del monumento.
En el siglo XIX comenzó la gran reconstrucción del castillo, que duró varias decenas de años. Las obras fueron realizadas por destacados arquitectos y conservadores que recrearon minuciosamente el aspecto anterior de la fortaleza. El castillo recuperó su carácter gótico y se convirtió en un importante centro cultural y turístico.

El Castillo Hoy: Museo y Centro Cultural
Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, el castillo volvió a manos polacas. El Museo del Castillo funciona aquí desde 1961 y reúne y pone a disposición valiosas colecciones de arte e historia. El museo también organiza numerosas exposiciones y eventos culturales, que atraen cada año a más de medio millón de turistas de todo el mundo.
El Castillo de Malbork no es sólo un museo, sino también un lugar de encuentro para científicos, artistas, políticos y periodistas. También es un escenario popular para películas y conciertos. Este es un lugar que todo el mundo debería visitar para ver con sus propios ojos el testimonio del poder de la Orden Teutónica y la rica historia de Polonia.